Esto era crónica de una evolución anunciada, la de iniciarse en el montaje. Algo que, aunque no es en absoluto obligatorio, si parece estar íntimamente ligado a la pesca a mosca. Y no precisamente por ahorrar dinero (que nadie se equivoque en eso), sino por ofrecer una dimensión adicional y tal vez más completa de cuanto buscamos en este “mundillo”.

Y sin lugar a dudas el torno es la herramienta básica necesaria para emprender el camino. Elegir el adecuado, como con cualquier otro artículo, dependerá de nuestro nivel, intenciones (compromiso a medio/largo plazo) y presupuesto. No hace falta que os diga que no soy ningún experto, y por tanto aquí no encontraréis una comparativa exhaustiva de lo que ofrecen las distintas marcas y modelos disponibles. Pero lo que si puedo hacer es compartir con vosotros el camino que he seguido en mi ya tradicional “absurdamente larga fase de estudio y análisis”.

Rotatorio / No Rotatorio

Ted Leeson y Jim Schollmeyer son muy tajantes en su “The Benchside Introduction to Fly Tying”. Un torno rotatorio no es en absoluto necesario para atar ninguno de los patrones del libro (y son unos cuantos). Lo que viene a significar que esto no debería ser un factor decisivo para alguien que vaya a adquirir un torno. Menos aún para alguien que vaya a comprar su primer torno.

Por supuesto, si podemos hacernos con un torno rotatorio será mejor (aunque solo sea por la comodidad de poder girar la mosca durante el montaje para trabajar más cómodos), pero habría siempre que evaluar otros aspectos por encima de esta característica en caso de “empate» (calidad de mordazas, precio…).

Personalmente, y después de mi corta experiencia, lo recomendaría rotatorio porque sin duda ofrece comodidad a la hora de realizar ciertas operaciones: la típica “peluquería”, la aplicación de lacas o resinas, o simplemente para ir asegurándonos de que la mosca la vamos realizando con la esperada “simetría”.

¿Pedestal o C-Clamp?

O lo que es lo mismo, ¿pedestal o mordaza de mesa? ¿Qué opción es más adecuada para sujetar el torno?

Preferiblemente, un torno que ofrezca ambas opciones. Y me quedo a gusto con el consejo, eh? En realidad es la respuesta obvia, pues nos da mayores posibilidades de ajustar el lugar de trabajo a nuestro gusto. La principal ventaja del C-Clamp es justo la de anclar firmemente en una posición fija el torno a la mesa, ideal cuando el lugar de trabajo es fijo. Si por el contrario esto no es así, lo recomendable es usar una base/pedestal que podamos colocar donde nos convenga en cada momento (trasladarnos o retirar temporalmente el torno).

Mordazas

Aquí hay dos grandes grupos, los de fijación directa y los de muelle. En los primeros separación entre ambos extremos de la mordaza se puede fijar mediante un tornillo, de forma que al ejercer a continuación el cierre de la palanca se alcanza la presión mínima necesaria para sujetar con firmeza el anzuelo sin forzar las mismas. Si el torno es de calidad, se trata de un sistema fiable y duradero.

El segundo grupo de mordazas, los de tipo muelle, funcionan como una pinza “estándar”. La mordaza está cerrada y hay que ejercer una presión sobre una palanca para abrirlas. Se introduce el anzuelo y soltamos la palanca para aprisionar al mismo. Su uso es más simple, pues no precisa de pre-ajustes en función del tamaño del anzuelo.

¿Que mordaza elegir? En realidad esto es más bien una cuestión de gustos… la realidad es que la calidad del acero de las mismas es lo que hay que tener en cuenta, para que no se mellen a la mínima de cambio.

Presupuesto

En esto de los tornos, como en todo cuanto rodea a la pesca a mosca, hay auténticas locuras. Si has llegado hasta aquí es porque tal vez te encuentras en una situación similar a la que yo mismo pasé… Consideras que el presupuesto es importante que sea lo más bajo posible, pues no sabemos muy bien como se nos dará este arte, y la continuidad que podamos darle (ya te aviso que el peligro de terminar siendo adicto es bastante elevado).

Tras una investigación intensiva en busca de las mejores relaciones calidad-precio (rango económico bajo-moderado), y centrándome en las opiniones leídas a ambos lados del charco, creo que podemos encontrar estas muy buenas alternativas en rangos de precios asumibles. La red está llena de “reviews”, así que me ahorro los detalles de cada uno de ellos y voy al grano con la lista definitiva de “mis candidatos” durante la etapa de análisis y pre-compra:

30-40 Euros

Unanimidad en todas las reseñas de la red: el torno Crown, con mordazas tipo muelle, obtiene la mejor puntuación a un precio insuperable. Si tenemos un presupuesto muy limitado, esta es la opción para no privarnos de empezar a atar nuestras primeras moscas.

60-70 Euros

Danica Danvise. Su diseño tira para atrás, y además tiene partes de “plástico” (no es plástico en realidad). Sin embargo es 100% rotatorio, de dos rodamientos, con una buena capacidad de ajustes y ultraligero. Hablan muy bien de su C-Clamp y sus mordazas (ojo, todo relativo al precio de venta)

130-160 Euros

En este rango, uno de cada tipo: el Stonfo 609 Kaiman y el Anvil Apex. Este último es sin duda muy conocido y avalado, una apuesta segura. Un paseo por Youtube y lo reconoceremos en manos de grandes montadores. El Kaiman, aunque mucho menos conocido en la red (por ser tal vez un modelo más novedoso), también es herramienta usada por extraordinarios montadores, como pude atestiguar en directo durante la pasada edición del MOMAD en Madrid.

Todas estas muy buenas opciones para empezar, y moviéndonos en unos presupuestos muy asequibles para poder iniciarnos. Sin olvidar también que los modelos como el Kaiman y el Apex son de una gran calidad y podríamos tener ya torno para “toda la vida” sin hacer un desembolso doloroso.

Todos estos modelos los he barajado muy seriamente durante el pasado 2015, para finalmente decidirme por el rango superior de los aquí mostrados, agraciado sin lugar a dudas por la campaña Navideña. Como dato adicional os diré que llegué a pedir uno de ellos, pero que finalmente compré el otro (para que veáis hasta que punto ambos me parecían igualmente una buena alternativa). ¿Qué me hizo cambiar de opinión? El consejo de una persona de confianza, con experiencia. Criterio de quien, por supuesto, me fío totalmente. Si os ocurre lo mismo, preguntad a alguien de confianza… nada os dará mayor tranquilidad.

Sea cual sea vuestra elección, lo importante es que podréis, con cualquiera de ellos, disfrutar atando vuestras propias imitaciones.