Etiquetado: ecología

Motivo número 10 para la «Captura y Suelta»

Aprovecho el tirón del reciente artículo de Estefanía Gómez (@EstefiGmez) para retomar la enumeración de motivos para la captura y suelta.

Hay muchos factores que influyen en las poblaciones de peces de nuestros ríos, pero desde luego la práctica de la captura y suelta es la única respuesta directa e inmediata que podemos ofrecer el colectivo de pescadores. No solo eso, sino que es la más eficiente alternativa que depende única y exclusivamente de nuestra voluntad. Sin necesidad de apelar a ninguna administración, sin tener que movilizar a colectivos, ni concienciar a ciudadanía, ni luchar contra los atentados ecológicos de hidroeléctricas o cuencas hidrográficas.

Primero eso, con carácter de urgencia, y luego ya podremos avanzar en la lucha contra los contaminadores y destructores de nuestros ríos. Esperar a que los acontecimientos sucedan en orden contrario, echando balones fuera, como si nuestro impacto directo fuera mínimo, y nuestro esfuerzo fútil, en la lucha por la recuperación y el futuro de la pesca, es una actitud cuanto menos aterradora… pues demuestra un vacío y desprecio total, en el que no se está dispuesto a renunciar a llenar el arcón… aunque con ello condenemos nuestro futuro.

Destino: Lake Tahoe

South Lake TahoeA más de 9.000 kilómetros de casa, lejos de la familia, y con muchas horas de trabajo, stress y jetlag sobre los hombros, la visita a «Lake Tahoe» del fin de semana iba a ser el momento esperado para darle un poco de vida a un aburrido viaje de negocios.

No, no es que mis compañeros sean también aficionados a la pesca y hubiesemos planificado juntos una escapada para realizar unos lances (¡ojalá!). En California decir South Lake Tahoe también es sinónimo de vacaciones para esquiar si es invierno, deportes acuáticos si es verano y perder dinero en los casinos. Esto último durante 365 días al año, da igual si hace frío o calor.

Los casinos tienen un aire casposo exquisito. Vamos, al límite de lo Vintage. Moquetas de motivos cutre-florales que durante años tal vez (solo tal vez) hayan han absorvido más tabaco que los tertulianos de «Que grande es el cine». Croupiers y camareras que poco tienen que ver con lo que se ve durante la rutina diaria de James Bond. Y un ambiente selecto… Muy divertido, sobretodo para pasar el tiempo una vez caía la noche (muy pronto en invierto).

El día logicamente invita a disfrutar de una naturaleza sencillamente espectacular. El invierno, con un manto de nieve cubriendo todo, ofrece unas impresionantes imágenes del lago Tahoe. Las aguas paradas en la superficie y el color azul cobalto le confieren una atmosfera irreal, como si en lugar de agua la superficie fuera una inmensa película radiográfica que se extiende kilómetros y kilómetros. El paisaje es de los que dejan sin aliento, pero los que estamos atrapados por este veneno solemos ver lo que otros no se paran a observar: analizamos las reculas, los cambios de color de agua, accesos a la orilla, cortados… mientras desesperadamente buscamos siluetas dibujadas sobre la superficia, en busca de movimiento. Si el destino permite que vuelva a poder estar allí en época estival será un pecado no contratar los servicios de alguno de los numerosos guías para recorrer en barco las aguas del lago Tahoe… en busca de sus tesoros.

South Lake Tahoe

El bueno, el feo y el malo

El bueno

Salmo trutta – http://es.wikipedia.org/wiki/Salmo_trutta
Salmo trutta

El feo

Micropterus – http://es.wikipedia.org/wiki/Micropterus
Black Bass

El malo

Esox Lucius – http://es.wikipedia.org/wiki/Esox_lucius
Esox Lucius

En ese salvaje oeste en el que parece que andamos sumergidos, donde no se pone de acuerdo nadie en una política medioambiental de futuro, que tenga en cuenta las particularidades locales – y las realidades también -, y además pueda ser compatible con nuestra pasión-afición-actividad, me viene a la cabeza el famoso Western protagonizado por Clint Eastwood.

Si ya ha sido tristemente evidente el batacazo que a la trucha en Castilla y León se le va a propinar – con fines meramente recaudatorios -, que podriamos esperar de sus compañeros de reparto. El feo y el malo lo son ya antes de que empiece la película… Y si dificil ha sido reunir esas escasas firmas en apoyo de la trucha (pocas firmas si tenemos en cuenta el número de licencias existentes), ¿que esperamos que ocurra con el black-bass y el lucio? Máxime cuando entre los ya pocos que luchan por la captura y suelta de las primeras no tienen muy claro (o todo lo contrario) que lucio y bass puedan llegar a estar realmente «controlados» como para no suponer la amenaza que oficilamente son.

En la España de los dos bandos, de nuevo pocos parecen apuntar hacia el gris… Afortunadamente, los que lo hacen, ponen el dedo en la llaga – la adminstración – y nos recuerdan con sentido común, que legislar con un «cafe para todos» no es positivo ni para el medio ambiente ni para la economía ni para nuestra afición. Que la realidad debe pasar por realizar un mapeo de distribución de estas especies (puff… esto cuesta dinero, mal, mal), y que no podemos dictar una condena y ejecución automática sobre lucio y black-bass en aguas en las que sabemos – de sobra – que ninguna trucha va a prosperar (ni está, ni se le espera…). ¿Alguien espera encontrar una trucha fario en Almaraz?

Que «el feo» y «el malo» son especies invasoras introducidas que han provocado un daño a la fauna autóctona nadie lo puede negar. Pero el lucio fue introducido ya hace 60 años, por la propia administración. Y ahora piden que sea MI mano la que ejecute el exterminio de esta especie. No, no… no seré yo… hagalo Ud., señora administración, porque yo practico la captura y suelta, de todas las especies. Resuelvan su papeleta… ¿o resulta que gobiernos y asociaciones ecologistas piensan que estas especies van a suicidarse tras conocer que se les ha puesto en la famosa lista negra? Ah… que cuentan con nosotros para eso… Pues no, maten ustedes, manchense las manos… pero estudien antes por favor, si de verdad vamos a conseguir recuperar esas aguas para las otras especies ahora en peligro… o si lo único que van a lograr es dejar desiertos los ríos, embalses y lagunas donde algunos, ahora, disfrutamos de la pesca del lucio y el black-bass.

Una última pregunta: ¿Cómo es posible que la trucha en el norte y centro de Europa disfrute de unas poblaciones sanas? Lo pregunto porque el Lucio no es especie alóctona allí… es autóctono de toda Europa prácticamente, y lleva siglos al parecer compartiendo aguas con la salmo trutta. No entiendo nada…

«Por la adecuada gestión del Black-Bass y Lucio en Castilla y León»Recogida de Firmas

Castilla y León apuesta por la desaparición de numerosos tramos sin muerte

Trucha común

Firma!! – Por la conservación de los tramos sin muerte en Castilla y León

Crónica anunciada de un regreso a las cavernas

Todo un retroceso al que nos enfrentamos tras las recientes propuestas por parte de la Consejería de Formento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León: la conversión de un gran número de tramos de pesca sin muerte en «tradicionales», que no es más que una forma eufemística de llamar a los tramos «con muerte».

Un duro golpe en la línea de flotación de todos los movimientos conservacionistas que luchan por la supervivencia de la trucha en nuestro país. Una ofensiva desde la propia administración, que se suma como otro frente enemigo – junto a la contaminación y las malas gestiones de las confederaciones hidrográficas – de la salmo trutta.

Recogida de Firmas: por la captura y suelta!!

Aún estamos a tiempo de que la Junta de Castilla y León rectifique, y continúe el buen camino que inició hace años para convertir a esta comunidad autónoma en la referencia truchera nacional. Únete, firma la petición y moviliza también a tus compañeros, amigos y familiares.

Firma!!

Firma para que Castilla y León siga apostando por la Captura y Suelta. ¡¡Castilla y León es Captura y Suelta!! #CyLesCyS

Motivo número 9 para la «Captura y Suelta»

Hay salmones de sobra para pescar

¡Que no cunda el pánico conservacionista! Estamos de enhorabuena y al parecer «hay salmones de sobra«. Antón Caldevilla, presidente de la Sociedad de Pescadores de El Esmerillón, nos tranquilizaba con esa afirmación después de comprobar que

«más de 2.800 salmones se contabilizaron el pasado fin de semana entre los ríos del Sella y el Cares-Deva en un registro oficial realizado por miembros de la Guardería de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos, voluntarios de las asociaciones de pescadores de El Esmerillón y del Cares-Deva y buzos profesionales.» [elcomercio.es]

Salmón asturiano

Salmones atlánticos invadiendo Asturias

Admitamos incluso que hay más salmones, y redondeemos la cifra a 3.000 ejemplares, entrando a tropel, como en las rebajas de El Corte Inglés. ¿A cuánto cabemos por pescador? En España, en total en 2013, hay alrededor de 900.000 licencias de pesca (el 20% de las cuales por cierto pertenecen a Castilla y León, que encabeza el ranking) según informa el diario ABC.  Supongamos que, a parte de los pescadores asturianos, hay muchos otros españoles dispuestos a darse el viaje hasta allí ante la abundancia contabilizada. ¿Digamos algo menos de un tercio en total? ¿300.000 potenciales pescadores? Vale, que estamos en crisis, y el turismo no está al alcance de todos. Que sean 100.000 entonces.

Todos querríamos nuestro salmón, al menos uno. Pero si somos 100.000 individuos para 3.000 salmones, pues resulta que tenemos que repartirnos a un salmoncito para cada 33 pescadores. Esto no solo no casa con aquello de «hay salmones de sobra» (por ahora faltan), sino que además, tras el brindis al sol realizado,  si los 100.000 permanecen en sus trece de llevarse el bicho a casa, harían falta sacar del río la totalidad de los salmones contabilizados durante esta temporada y las 33 consecutivas… si misteriosamente la población no se resintiera en absoluto, claro.

Como me vais a decir que exagero (y con razón), haced la cuenta con el número de licencias expedidas en el Principado (como si solo los asturianos quisieran ir a pescar durante la temporada… ¿quién es el ingenuo ahora?). No hace falta que busquéis el dato, tampoco salen los números. En realidad, si todo el mundo se tuviera que llevar un salmón a casa, y vamos a ser justos y repartamos a partes iguales, se podría satisfacer como mucho a 2.800 pescadores. Obviamente no vamos a permitir la aniquilación de la especie… luego hay que poner un listón… y realizar un sorteo, lo que ya sabemos, si. ¿Dónde colocamos el límite? Porque a eso se reduce todo esto del «hay salmones de sobra«, ¡bajen el listón por favor! Pues lo pongamos donde lo pongamos, el resultado será uno de los siguientes:

  • Demasiados salmones pescados – afectando seriamente al declive de número individuos -, y pocos pescadores contentos (algunos asturianos «afortunados», no todos)
  •   Un número de salmones lo más alto posible sin que afecte a volver a contar con el mismo número de individuos al siguiente año, y pocos pescadores contentos.
  • Un número bajo, conservador para intentar que el número de individuos sea mayor el próximo año, y pocos pescadores contentos.

Es decir, una sola condicional: el peor o mejor futuro del salmón atlántico. Y un único invariante: unos pocos pescadores contentos.

En realidad la única formula que cuadra con «hay salmones de sobra» para todos es bien sencilla: captura y suelta. Aprovecho para volver a presentar al señor Orri Vigfússon, que de salmones atlánticos sabe mucho más que yo.

Una imagen: Río Ebro

La entrada que lleva al valle de la Merindad de Valdivieso no deja indiferente al viajero. Todavía sigue siendo para mí una de las mas bellas carreteras por las que he tenido el gusto de conducir ya innumerables veces.

Tras descender el puerto de la Mazorra, la carretera discurre por el cañón horadado por el Ebro. Río y conductor se encuentran flanqueados por la sierra de la Tesla. Muchas veces he atravesado la puerta de las Merindades de Burgos, pero hace poco fue la primera vez que pude detener el coche para asomarme al Ebro. Un espectáculo hipnótico.

Río Ebro

Río Ebro

De falacias y furtivos

No deja de chirriar en mi cabeza la noticia publicada a principios de Marzo en «La Nueva España«, sobre ciertas propuestas presentadas por la Asociación de Pescadores Cares-Deva a los ayuntamientos ribereños del Cares. El titular (de libro, en este caso) llegó a mis ojos a través de un tweet de @pezcalo_es (¿hay alguien que no les siga a estas alturas?), y no pude evitar comentar el asunto como un resorte, comparando el disparate a los tristemente populares asuntos de las minifaldas.

Para el que no sepa muy bien a que me refiero, ahí dejo un par de enlaces sobre el asunto:

El Tribunal Supremo confirma la sentencia de Lérida «del caso de la minifalda»

País africano prohibió las minifaldas porque «facilitan la violación»

La similitud entre ambos razonamientos lógicos es más que evidente. ¿Cómo se puede justificar cometer un delito en base a una «tentación»? Que se le conceda al delincuente cierto matiz de víctima me parece, como poco, desafortunado para el caso de los furtivos; para los violadores, directamente una «hijoputez» de renombre. Pese a la comparación a la que se prestan aquí, salvadas están las distancias.

No me queda claro si la pretensión era transmitir la idea de que la existencia de tramos de pesca sin muerte atrae a los furtivos (es decir, se manifiesta un claro rechazo al furtivismo y ruega medidas alternativas), o si de alguna manera se está confensando la propensión a cometer un pecado carnal al que uno no puede resistirse… victima del asalto de los instintos «pesqueros» que todo humano posee, al igual que los cormonares. Tanto mal por un lado que por el otro, ya que:

a) El furtivismo es un delito, que además no puede ser ajeno a la ética o la moral cuando la situación de nuestros ríos es la que es. Y punto.
b) Al furtivo se le debe dar de lado, marginarlo, transmitirle nuestro absoluto rechazo y, desde luego, no ceder a su chantaje. ¿Acabar con los tramos sin muerte porque aumenta el número de delincuentes voluntarios al no tener donde «desfogarse»?
c) Se nos presupone seres racionales, y adultos, capaces de un nivel de autocontrol sobre los impulsos y deseos por encima de un niño de 7 años. Aunque está claro que eso de la demora de la gratificación y el control de la frustración son bienes escasos en ocasiones.
d) Por esa regla de tres, el norte y centro de Europa, donde la captura y suelta está muy implantada, debe estar plagado de furtivos (ummm… dejame pensar… no lo tengo tan claro)

Pero es que el asunto es todavía más falaz, y más cojido con pinzas, que el tema de las minifaldas, en cuanto que:

1) Ni estamos hablando de un instinto básico (y no justifico ni mucho menos lo otro, simplemente poco distancia, mucha tierra de por medio cuando se alude a la tentación… a la «incitación» para ser exactos)
2) No se está argumentando la prohibición de la pesca, ¡¡sino de la pesca sin muerte!!

Es decir, que al parecer lo que preocupa es realmente el condumio, llenar la despensa de peces para alimentar el buche. Vamos, que la pesca en sí es un mero trámite por el que hay que pasar antes de poder exhibir en casa, ante la familia, amigos y vecinos, un manojo bien hermoso de peces. Que ya sabemos que los pescadores somos muy mentirosos, y sin el «habeas corpus» no hay pesca que valga. ¿O acaso se vende el pescado a buen precio a la hostelería local? Me equivoco, ¿verdad? Esto es pesca recreativa/deportiva… no profesional, claro.

Y no quiero decir con esto que esté en contra de comerse los peces que pescamos (yo soy el primero que lo he hecho durante muchos años), sino que tal vez, en ocasiones, y ante los problemas reales de nuestra fauna, debemos anteponer el sentido común y el respeto hacia un patrimonio que no nos pertenece en exclusiva, qué es de todos los españoles – generaciones presentes y futuras. Y sobretodo porque me niego a pensar que el pescador aficionado, deportista o recreativo, no sea capaz de disfrutar si se ve obligado a devolver al medio las capturas que realiza en las mejores condiciones posibles.

Si el objetivo es pescar más días, ampliar la temporada, y poder disfrutar de más jornadas de pesca, ¿por qué nos empeñamos en ir en dirección contraria y pedir ampliaciones de cupo? Otros modelos son posibles, y debemos encontrar cuales se ajustan mejor. No digo que la captura y suelta sea la fórmula milagrosa, porque hay muchos otros factores de impacto. Tan solo que no hugamos hacia adelante, y que bajo ningún concepto justifiquemos el furtivismo. Si seguimos así, acabaremos por no tener que preocuparnos por el cupo… Todos tendremos como única opción el ir a la pescadería a comprar tantos salmones y truchas como nos de la gana, sin necesidad de pescar ni dejarse el sueldo en cañas, carretes, señuelos, moscas, vadeadores…

Motivo número 8 para la «Captura y Suelta»

Orri Vigfússon

Orri Vigfússon

Hay que matar menos salmones para poder pescar más.

Orri Vigfússon, islandés, poseedor del Premio Goldman (algo así como el Nobel de Ecología), y creador de la Fundación para el Salmón del Atlántico Norte. Vamos, que el Sr. Vigfússon sabe de lo que habla, sobretodo cuando se refiere al salmón atlántico. Y en su última visita a tierras asturianas, respondía lo siguiente ante la pregunta de cómo recuperar el salmón en Asturias:

La primera matar menos salmones, que se haga ‘captura y suelta’, que es lo que se está haciendo de forma generalizada en todo el mundo. No puede ser que con el escaso retorno de salmones que hay en Asturias, se estén matando tantos salmones. Hay que matar menos para poder pescar más. Y la segunda, crear un hábitat adecuado para su supervivencia.

Fuente: http://www.elcomercio.es/v/20130215/deportes/deporte/matar-menos-salmones-para-20130215.html

Motivo número 6 para la «Captura y Suelta»

Interesante artículo de Luis Meana en la revista Danica #51; tomo nota, y no creo animarme hoy por hoy a hacer la kilometrada – con su consecuente gasto económico para más inri – para tentar al reo en el norte peninsular (ahórrense los vítores aquellos lectores ribereños… tampoco les iba yo a suponer competencia alguna, si acaso algo de cachondeo gratuito).

Si bien el artículo contiene un apartado exclusivo para tratar este aspecto, el de la pesca sin muerte y el de la existencia de un sector de pescadores con síndrome del Dr. Jekyll y Mr. Hide – soltadores de truchas de día, zampadores de reos de noche -, está claro que algunas de las otras dificultades/incomodidades plasmadas por el autor tal vez, solo tal vez, podrían no serlo tanto si el ejemplo del Dr. Jekyll en sus quehaceres diurnos abundase más. El problema está cuando no somos conscientes de ser Mr. Hide o, peor aún, lo somos y no nos gusta… pero nos da vergüenza así expresarlo ante el resto de moradores nocturnos (ánimo, ¡no lo dudéis!).

A todos los Jekyll, a todos los Hide… más cariño a las truchas de mar «que al fin y al cabo vienen al río a desovar y a dejarnos su legado» [L. Meana – «¿Reos? ¡No gracias!» – Danica #51]