Etiquetado: catch and release

Flyfishing Commando (Río Dulce)

Han pasado casi dos años ya de esta captura, y es evidente que será de esas que recordaré el resto de mi vida. No por ser una trucha trofeo – la eterna obsesión en las redes sociales -, sino por lo difícil de la postura, del lance y, más aún, por la complejidad para llevarla a buen puerto (a la sacadera, claro).

Trucha del río Dulce / Trout from the "Dulce" River

 

Era mi primera visita al río Dulce, y el estiaje hacía estragos en casi todo el tramo. Pateando el río en busca de opciones, llego a una zona en la que el cauce se estrecha, encajonándose de tal manera que el nivel de las aguas alcanza proporciones decentes para albergar ejemplares “majos”. Por un lado – la orilla opuesta – la vegetación forma una pared infranqueable, y las ramas se extienden sobre el río. Por mi vera, más vegetación, aunque baja, dejando como única opción la de colocar la mosca a punta de caña, como mucho.

Ante tal panorama, pescar al agua me resulta extremadamente costoso, y me limito a buscar actividad. Hasta que la encuentro. Una trucha patrulla tranquilamente en las aguas paradas, tomando los insectos que caen a la superficie. Repite su ronda, circular y en sentido horario. La observo agazapado tras un arbusto, mientras evalúo mis opciones:

  • Solo puedo colocar mi trico usando la puntera de la caña. “Lanzando” con el metro y medio de bajo que asoma.
  • Si ve el lance, estoy perdido. Tendré que lanzar cuando haya pasado de largo, esperando que vuelva a repetir su ruta y encuentre mi mosca.
  • Si toma la mosca, ¿cómo la lucho y la llevo a la sacadera? Desde orilla no tengo opciones, demasiadas ramas. Tendría que saltar – literalmente – al agua. Un rápido vistazo y estimo profundidad hasta la cintura, puede que algo más. Por si acaso, localizo un lugar sobre el que poder saltar junto a una rama que me pueda servir de asidero si mi “ojímetro” me engaña.
  • Tres metros por arriba de mi posición, un tronco atraviesa sumergido el río… si la trucha decide huir en su dirección, tendré que estar muy rápido para hacerla cambiar de opinión.

Pues con el plan trazado, solo queda ejecutarlo. De nuevo patrulla junto a mi lado de la orilla, espero que me sobrepase, y lanzo el trico por encima de los arbustos. No veo donde está ahora. El trico no se mueve, y yo me quedo como una estatua esperando que no haya visto mi lance, y que la puntera de la caña parezca otra rama cualquiera. Los segundos, eternos, pasan hasta que la veo aproximarse de frente, siguiendo su patron horario religiosamente. Algo la incita a modificar su cadencia, levemente. Ha visto el trico y se dirige hacia él sin ninguna duda, sin prisas. Con toda confianza toma el señuelo.

 Y comienza la locura. Paso la caña por encima de la vegetación mientras salto al agua, pegado a la orilla. Acerté con la profundidad (un problema menos). Como una endiablada vuela de un lado para otro, pues al saltar al río compartimos apenas unos pocos metros cuadrado juntos. Necesito frenarla al menos dos veces para evitar que se meta bajo el tronco. Tengo suerte y no parto. Ya con la sacadera en la mano, no creo que pueda tener muchas más oportunidades. Tiro hacia mí y coloco la red sin vacilar. ¡Dentro!

Y por si mi vejez, u otras futuras capturas de ensueño aún por llegar, me fuera a privar la memoria de este hermoso recuerdo, escribo esto, junto a una foto y el vídeo del lugar, la captura y su suelta, por supuesto.

Video: Flood Water

Tres cosas me han gustado de este video:

  1. El río: ¡me encantaría pescar en uno así!
  2. Las peleas que ofrecen esas truchas
  3. Ver como «el prota» lleva la sacadera en un «sling pack» (bandolera) como el mío

Video: Fixed for Fly Fishing

Poder ir a echar unos lances en bicicleta sería todo un lujo, por la implicación inmediata que supone estar a una distancia prudencial que lo hiciera viable, en primer lugar. Y más aún si encima es sobre una «fixie», uniendo de nuevo la pesca a mosca con lo hipster (aún sigo sorprendido por esta conjunción de astros – el vídeo no sería el mismo sobre una mountain bike).

Motivo número 10 para la «Captura y Suelta»

Aprovecho el tirón del reciente artículo de Estefanía Gómez (@EstefiGmez) para retomar la enumeración de motivos para la captura y suelta.

Hay muchos factores que influyen en las poblaciones de peces de nuestros ríos, pero desde luego la práctica de la captura y suelta es la única respuesta directa e inmediata que podemos ofrecer el colectivo de pescadores. No solo eso, sino que es la más eficiente alternativa que depende única y exclusivamente de nuestra voluntad. Sin necesidad de apelar a ninguna administración, sin tener que movilizar a colectivos, ni concienciar a ciudadanía, ni luchar contra los atentados ecológicos de hidroeléctricas o cuencas hidrográficas.

Primero eso, con carácter de urgencia, y luego ya podremos avanzar en la lucha contra los contaminadores y destructores de nuestros ríos. Esperar a que los acontecimientos sucedan en orden contrario, echando balones fuera, como si nuestro impacto directo fuera mínimo, y nuestro esfuerzo fútil, en la lucha por la recuperación y el futuro de la pesca, es una actitud cuanto menos aterradora… pues demuestra un vacío y desprecio total, en el que no se está dispuesto a renunciar a llenar el arcón… aunque con ello condenemos nuestro futuro.

Video: «Tapâm – a flyfishing journey» (Trailer)

De la mano de Daniel Göz y Jan Bach Kristensen, dos profesionales de la fotografía y apasionados de la pesca, nos adentramos en la búsqueda de los tarpones. Este es el trailer. Acción, imágenes hermosas y un buen montaje.

Video: An Alpine Delicate

Las truchas de este río de montaña del sur de Austria no se resisten a las moscas del protagonista de este video. La estética un tanto «hipster» es un poco de aire fresco entre tanto video «estilo Montana», por llamarlo de alguna forma (ya sabéis a que me refiero). Pero al mismo tiempo aporta bastante información útil al mostrarnos donde/como presenta el bueno de Wolfgang sus imitaciones.

De lo que más me ha gustado últimamente.

Video: TØRT 2013

Reconozco que me fascinan las «películas» nórdicas  de pesca que encuentro en la red. En esta ocasión desde Noruega, aunque el patrón se repite: un grupo de amigos comparte sus vivencias. Una experiencia plena, no solo de acción de pesca: preliminares, interludios, situaciones cómicas, fallos y errores… mostrando pinceladas de lo mejor y lo peor de las jornadas. Algo así como «The Blair Witch Project» de la pesca a mosca.

Y algo en común con otros grupos escandinavos cuyos vídeos he disfrutado: honestidad respecto a la captura y suelta. Quiero decir, cuando la practican lo muestran, y cuando no también. He visto hilos de comentarios poniendo «a parir» al personal ante dichas escenas. Y aunque yo mismo me declaro totalmente en contra del asunto – ¡¡son los pilares fundacionales de este blog!! -, y más de alguna vez me he quedado desencajado, creo sinceramente que la mejor postura para defender con fuerza la captura y suelta tiene que partir desde el respeto y el entendimiento. Estos chicos facilitan que uno pueda colocarse en esa tesitura, en desacuerdo con su opción, pero sin ninguna sensación de rabia, impotencia o indignación… porque en realidad no dan pie para ello.

Si este blog tenía que incluir alguna vez un vídeo donde un pez no se devolviera al agua, tendría que ser uno como este. Si las extracciones de truchas se hicieran en este país como hacen estos chicos, y no pensando en llenar los congeladores, otro gallo nos cantaría. Os invito a ver la película, y estaré encantado de saber vuestra opinión respecto a la polémica de este movimiento nórdico del «casi captura y suelta» o «casi siempre captura y suelta». Advierto: 51 minutos, amigos… menos mal que esto no es la TV… Sin anuncios y con el avance rápido al alcance de un click.

Cuaderno de Pesca: Tarifa 2014

Estrecho de Gibraltar, Tarifa

Cuaderno de Pesca: Tarifa y el Estrecho de Gibraltar

Fecha: Julio de 2014
Lugar: Tarifa, Cádiz (España)
Objetivo: Criaturas pisciformes de los roquedos gaditanos :)
Equipo: Spinning

Crónica

Llegaron las vacaciones de verano, y con ello:

  1. Dejar atrás el estrés del trabajo.
  2. Abandonar la ciudad durante un par de semanas
  3. Volver a la tierra natal
  4. Alojarse en una magnífica casa, ubicada en plena costa del Estrecho de Gibraltar.
  5. África a la vista, café y tostada untada en brisa marina.
  6. Playa, océano…
  7. … ergo «Pesca»

Debo confesar que con este plan por delante, pescar es la guinda del pastel, y como tal suelo plantear las salidas durante las vacaciones estivales en familia; pequeñas escapadas, a primera hora de la mañana, de vuelta para el desayuno. Dos o tres horas para disfrutar al amanecer, si la marea lo permite. En este caso el escenario era inmejorable para maximizar las «jornadas», pues la casa estaba emplazada en plena costa, en una finca rural a 150 metros de la orilla. Un paseo equipo en mano, con «lo puesto», y en 5 minutos el anzuelo en el agua.

Zona de ReservaUn día antes había llevado a cabo el estudio del terreno, localizando el mejor apostadero. Las consideraciones a tener en cuenta en la elección estaban básicamente condicionadas por:

  • Las inmediaciones del terreno, parte del Parque Natural del Estrecho: prohibición de la pesca y el marisqueo
  • Geografía del terreno: fondo rocoso, formando un doble arrecife longitudinal a toda la costa.

Lo primero fue identificar las zonas hábiles donde la pesca estuviera permitida. De nada vale una licencia y luego incumplir la normativa de las zonas reservadas. En este caso la señalización «in situ» pudo sacarme de dudas mejor cualquiera de los mapas y normativas disponibles. Un indispensable «Ud. está aquí», una flecha marcando la dirección, y los metros de distancia… Ya queda clara la zona vedada. Un paseo a izquierda y derecha para comprobar señalización adicional y todo aclarado; el sendero frente a la casa me lleva directo a la zona permitida.

El principal handicap pues estuvo relacionado con el acceso a la segunda «fila» del arrecife. Si quería realizar los lances desde allí, para poder alcanzar una distancia razonable, tenía que ser aprovechando la bajamar. Mi equipo (cañas de 2.20cm y 2.70cm) no iba a permitirme realizarlo de otra manera en cualquier caso, pero la doble formación rocosa hubiera supuesto también un gran problema incluso para equipos potentes de surfcasting.

Sería el primer día el más atípico, y también el más fructífero en cuanto a peces capturados, consiguiendo llevar a la mano todas las especies que posteriormente vería durante el resto de días (otro Grand Slam!?). Tal vez lo difícil del acceso (por aislado) haya sido un factor clave en haber descubierto tres nuevas especies que jamás antes había pescado (y han sido muchas las jornadas de pesca en las costas gaditanas). He tenido que tirar de Internet para poder ponerles nombre:

Aprovecho para presentaros ICTIO-TERM, la base de datos terminológicos y de identificación de especies pesqueras de las costas de Andalucía, una web MAGNÍFICA.

Los bodiones pusieron el punto «glamuroso», con su buen porte, aunque no muy combativos. La boga la sorpresa… quien iba a decirme que la conocería antes en el río que en las costas donde aprendí a pescar. Y las doncellas sencillamente fueron la tónica habitual, muy por encima del resto de capturas (incluidas las mojarras que lógicamente aparecieron). De pequeño tamaño, alargadas y preciosos colores, muestran una gran agresividad, lanzándose a todo… fueron las únicas dispuestas a entrar a los destartalados vinilos rescatados del fondo de mi caja… lástima que no tuvieran tamaño para embocar… porque capaces si que fueron de comerse un par de ellos poco a poco, por la cola, haciendo uso de sus pequeños (pero grandes en proporción) dientes. Me proporcionaron momentos muy divertidos cuando todo lo demás hubiera podido ser un bolo.

El siguiente vídeo resume la experiencia de esas mañanas de pesca en Tarifa. Breve historia de como la boga, la doncella y el bodión conocieron al rey pescador…

Resultado

De nuestro lado: Mojarras, Bogas, Doncellas (sobretodo) y Bodiones

De lado del Estrecho: Mi espinita no llevar a buen puerto ningún engaño con señuelo artificial (era de esperar por el material que llevaba). Tuvo que venir el chipirón al rescate.

Conclusiones

Lo bueno: El descubrimiento de las «Doncellas» y los «Bodiones» y, sin duda alguna, vivir la primera aproximación de mi hijo de 3 años a la pesca… se lo ha pasado en grande recogiendo sedal con el carrete desde la orilla.

Lo malo: Apostaderos limitados, tanto en espacio como en tiempo: por la presencia del parque natural en primer lugar y por la necesidad de ajustarse a los horarios de la bajamar para aproximarnos a la zona de profundidad con nuestros lances.

Estrecho de Gibraltar, Tarifa

Video: O2NATOS Fly Fishing in ICELAND 2014

La gente de O2NATOS no necesita presentación. Otro gran video, de su buen hacer habitual, en el que comparten con nosotros su viaje a Islandia.

Video: Youthfish

Está claro que la pesca es una afición que adquirimos mayoritariamente de pequeños, gracias a nuestros padres. Y es evidente que intentamos transmitir la misma pasión a nuestros hijos.

Mis mejores recuerdos vienen de jornadas en las que estaban presentes las tres generaciones: hijo, padre y abuelo. Ocupaba en aquel entonces el escalón más bajo, ávido por aprender. Solo deseo poder llegar algún día a lo más alto del podio, habiendo pescado como nieto, como padre y como abuelo.