Etiquetado: lucio

Peces a mis pies… pero nada más.

El río Tera es a día de hoy mi «bestia negra». El río donde peor resultado (más bolos) he obtenido hasta ahora durante las varias temporadas trucheras que llevo – no muchas, he de reconocer -. Tanto a spinning como a mosca, tan solo he llegado a clavar dos (a cucharilla ambas). El EDS es el tramo que más he visitado, y me empieza a cuadrar el hecho de encontrarme con solo un pescador, o ninguno, durante mis jornadas (casi todas en pleno fin de semana). ¿De verdad hay peces aquí?

Reconozco mi falta de experiencia, e intuyo que están curtidas en combate… las pocas que quedan. Porque ni siquiera las veo salir espantadas ante mi torpe avanzar por el cauce. Pero no me rindo, y seguiré intentándolo, porque en mi última escapada de la pasada temporada una descarada trucha llego nadando a mis pies (llevaba quieto unos minutos atando unas moscas…). Permaneció unos segundos, y cuando por fin decidí echar mano a la cámara, lo más sigilosamente posible, dio media vuelta para retirarse a toda prisa. Aun así sumergí la cámara, por tentar a la suerte de capturar algún fotograma, cuando pude ver que tenía otra visita a mis pies…

El bueno, el feo y el malo

El bueno

Salmo trutta – http://es.wikipedia.org/wiki/Salmo_trutta
Salmo trutta

El feo

Micropterus – http://es.wikipedia.org/wiki/Micropterus
Black Bass

El malo

Esox Lucius – http://es.wikipedia.org/wiki/Esox_lucius
Esox Lucius

En ese salvaje oeste en el que parece que andamos sumergidos, donde no se pone de acuerdo nadie en una política medioambiental de futuro, que tenga en cuenta las particularidades locales – y las realidades también -, y además pueda ser compatible con nuestra pasión-afición-actividad, me viene a la cabeza el famoso Western protagonizado por Clint Eastwood.

Si ya ha sido tristemente evidente el batacazo que a la trucha en Castilla y León se le va a propinar – con fines meramente recaudatorios -, que podriamos esperar de sus compañeros de reparto. El feo y el malo lo son ya antes de que empiece la película… Y si dificil ha sido reunir esas escasas firmas en apoyo de la trucha (pocas firmas si tenemos en cuenta el número de licencias existentes), ¿que esperamos que ocurra con el black-bass y el lucio? Máxime cuando entre los ya pocos que luchan por la captura y suelta de las primeras no tienen muy claro (o todo lo contrario) que lucio y bass puedan llegar a estar realmente «controlados» como para no suponer la amenaza que oficilamente son.

En la España de los dos bandos, de nuevo pocos parecen apuntar hacia el gris… Afortunadamente, los que lo hacen, ponen el dedo en la llaga – la adminstración – y nos recuerdan con sentido común, que legislar con un «cafe para todos» no es positivo ni para el medio ambiente ni para la economía ni para nuestra afición. Que la realidad debe pasar por realizar un mapeo de distribución de estas especies (puff… esto cuesta dinero, mal, mal), y que no podemos dictar una condena y ejecución automática sobre lucio y black-bass en aguas en las que sabemos – de sobra – que ninguna trucha va a prosperar (ni está, ni se le espera…). ¿Alguien espera encontrar una trucha fario en Almaraz?

Que «el feo» y «el malo» son especies invasoras introducidas que han provocado un daño a la fauna autóctona nadie lo puede negar. Pero el lucio fue introducido ya hace 60 años, por la propia administración. Y ahora piden que sea MI mano la que ejecute el exterminio de esta especie. No, no… no seré yo… hagalo Ud., señora administración, porque yo practico la captura y suelta, de todas las especies. Resuelvan su papeleta… ¿o resulta que gobiernos y asociaciones ecologistas piensan que estas especies van a suicidarse tras conocer que se les ha puesto en la famosa lista negra? Ah… que cuentan con nosotros para eso… Pues no, maten ustedes, manchense las manos… pero estudien antes por favor, si de verdad vamos a conseguir recuperar esas aguas para las otras especies ahora en peligro… o si lo único que van a lograr es dejar desiertos los ríos, embalses y lagunas donde algunos, ahora, disfrutamos de la pesca del lucio y el black-bass.

Una última pregunta: ¿Cómo es posible que la trucha en el norte y centro de Europa disfrute de unas poblaciones sanas? Lo pregunto porque el Lucio no es especie alóctona allí… es autóctono de toda Europa prácticamente, y lleva siglos al parecer compartiendo aguas con la salmo trutta. No entiendo nada…

«Por la adecuada gestión del Black-Bass y Lucio en Castilla y León»Recogida de Firmas

Cómo manipular un Lucio

Algo parecido a un caimán, con unos dientes espectaculares, y esa mirada… me lo imagino gruñendo en la orilla al acercarle la mano. ¿Por dónde le agarro sin riesgo de perder un par de dedos? Para vosotros, que lo tenéis superado es evidente, pero para el que nunca se ha enfrentado todavía a su manipulación tras la captura, todo son dudas y miedos.

En este video podemos ver una de las explicaciones más sencillas y «cristalinas». Aquello de: «una imagen vale más que mil palabras», en estado puro.

Y para conocer todo lujo de detalles sobre el asunto, la gente de «Salvemos al Lucio» lo borda:
http://www.salvemosallucio.es/2.html

Video: Pike on the Fly

Espectaculares embestidas en superficie de lucios entrando a streamers… Fly fishing de la mano de Barry Reynolds, un apasionado del exócido (no tan amado por otros)

Una imagen: Pike (Exos lucius)

Pike (Exos lucius)
Pike (Exos lucius), a photo by Simon NL West on Flickr.

Haciendo guardia en el río. En perfecto mimetismo con el entorno… Recuerda mucho a la pose en la que acechan caimanes y cocodrilos.

Cuaderno de Pesca: Truchas y Lucios en el río Tera

Pescando a Spinning en el Río Tera

Cuaderno de Pesca: Día #1

Fecha: Sábado 2 de Junio de 2012
Lugar: Río Tera, Zamora (España)
Objetivo: Investigar nuevos tramos en busca de truchas y lucios
Equipo: Spinning – Cucharillas giratorias y Artificiales duros (jerkbaits)

Crónica

Con la ilusión que siempre produce encaminarse a un lugar aún sin explorar por nuestros sentidos, dejando volar la imaginación mientras consultábamos por última vez el mapa, nos dirigimos hacia una zona libre del río Tera, donde las historias de pescadores locales hablaban de encuentros entre truchas y lucios de buen porte.

Nuestra primera toma de contacto con el río fue en una zona de corrientes moderadas producidas más por el estrechamiento del cauce que por la inclinación del terreno. Primer avistamiento nada más aproximarse a la orilla (nunca es suficiente la precaución): una estela en forma de flecha rasgaba la superficie, sin demasiadas prisas y apenas a medio metro de nuestras botas, abandonando la orilla de no más de un palmo de profundidad. Nuestra apuesta por un «lapicero». Río arriba una tabla, así que decidimos comenzar ahí mismo y descender siguiendo la corriente.

La margen derecha en la que nos encontramos nos permitió orillar con total facilidad, si bien bajados unos 150 metros, coincidiendo con una bifurcación de las aguas, el vadeador se hizo necesario para continuar descendiendo con facilidad. La alternativa pasaba por atravesar una senda ciertamente enmarañada de ramas; fue incómodo pero posible. Será en ese encuentro entre la corriente que se bifurca y las aguas paradas del remanso de la curva donde se presentó el primer aspirante a lucio del día.

Una vez «agotadas» la expectativas de ese tramo nos dirigimos río arriba, unos 2km aproximadamente, donde encontramos un pequeño acceso a una bonita zona de corrientes en la que el río quedaba dividido por una pequeña isla. Sería en este rincón donde por fin hizo aparición la deseada trucha. ¡Foto y al agua! (bueno, en este caso vídeo). Sin embargo nuestras ansias exploradoras nos llevarían todavía más arriba del río, para intentarlo en la parte final de una gran tabla donde, tal y como habiamos imaginado, encontraríamos al segundo aspirante a lucio del día. Y como no hay dos sin tres, otro más haría aparición, pero tan solo lo justo para «robar» con un certero corte del bajo de línea una cucharilla color cobre que buscaba truchas…

Resultado

De nuestro lado: 2 Lucios y 1 Trucha

Por parte del Río Tera: 3 cucharillas y 2 rapalas

Conclusiones

Lo bueno: Descubrimos un bonito paisaje donde poder disfrutar tanto de corrientes como de tablas.

Lo malo: Tal vez tuvimos nosotros un mal día, pero las picadas fueron muy pocas. Me gustaría pensar que no como consecuencia directa de ser un tramo libre.