Peces a mis pies… pero nada más.
El río Tera es a día de hoy mi «bestia negra». El río donde peor resultado (más bolos) he obtenido hasta ahora durante las varias temporadas trucheras que llevo – no muchas, he de reconocer -. Tanto a spinning como a mosca, tan solo he llegado a clavar dos (a cucharilla ambas). El EDS es el tramo que más he visitado, y me empieza a cuadrar el hecho de encontrarme con solo un pescador, o ninguno, durante mis jornadas (casi todas en pleno fin de semana). ¿De verdad hay peces aquí?
Reconozco mi falta de experiencia, e intuyo que están curtidas en combate… las pocas que quedan. Porque ni siquiera las veo salir espantadas ante mi torpe avanzar por el cauce. Pero no me rindo, y seguiré intentándolo, porque en mi última escapada de la pasada temporada una descarada trucha llego nadando a mis pies (llevaba quieto unos minutos atando unas moscas…). Permaneció unos segundos, y cuando por fin decidí echar mano a la cámara, lo más sigilosamente posible, dio media vuelta para retirarse a toda prisa. Aun así sumergí la cámara, por tentar a la suerte de capturar algún fotograma, cuando pude ver que tenía otra visita a mis pies…
No me gusta nada ver los lucios en estas aguas, pero es cierto que su población ahora mismo en esta zona del Esla es muy baja comparado con lo que hubo hace años.
saludos!
Me gustaMe gusta
Sin duda. Cuando saque la cámara era porque tenía una trucha a menos de un metro. Esto encontré inmediatamente después en el mismo lugar. Vendría acechando casi seguro
Me gustaMe gusta