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Cuaderno de Pesca: Coto de Priaranza (León)
Fecha: 14 de Mayo de 2016
Lugar: Río Duerna, León (Castilla y León)
Objetivo: Salmo Trutta
Equipo: Flyfishing
Crónica
En plena mitad del mes de Mayo, la meteorología seguía sin dar mucha tregua en la zona norte del país. Ríos desbordados por las abundantes lluvias y los consecuentes desembalses. Sin embargo el coto de Priaranza, en León, ya lo había elegido para el 14 de Mayo tras el sorteo de principio de año. Quién iba a imaginar que a esas alturas el clima pudiera jugar tanto en contra. Así que con poco más que perder, salvo el tiempo, allí que fui haciendo caso omiso a las recomendaciones de los que conocían bien el estado de los ríos leoneses.
Con el Esla y el Órbigo totalmente desbordados, cruzaba los dedos de camino a Priaranza, esperando que los datos reportados por el SAIH del Duero la noche anterior pudieran corroborar que, aunque el río iba alto, estuviera en opciones de ser pescado, pues los datos se alejaban mucho de los máximos anuales reportados. Así que nervios durante el viaje de ida, deseando poder asomarme al puente de Priaranza y comprobar de primera mano el caudal y color de las aguas. Tampoco es que ciertamente pudiera comparar, pues era la primera vez que me acercaba a los ríos leoneses… así que primera vez en León, en el Duerna y en el coto de Priaranza. Tras aparcar, un vistazo rápido me tranquiliza… el río va ciertamente alto como para vadearlo tranquilamente, pero las aguas bajan cristalinas.

Cuaderno de Pesca: Pesquera de Ebro (Burgos)
Crónica
Con el mes de Abril ya agotado, y teniendo en cuenta que la primera jornada había tenido que ser abortada por fuerza mayor, eran muchas las ganas (¿ansias?) de poder realizar unos lances con los que inaugurar la temporada truchera 2016.
La fecha para visitar este coto ya había sido fijada a principios de año tras el sorteo, para hacer coincidir la misma con una visita a las Merindades de Burgos durante el puente de Mayo. Siendo los ríos Nela y Trueba ya conocidos, había que aprovechar la ocasión para descubrir un nuevo escenario, y el coto de Pesquera de Ebro ofrecía una opción atractiva para dichas fechas. Su fama le precede, conocido por albergar una buena población truchera, pero precisamente por su dificultad a la hora de enfrentarse a sus posturas. Once kilómetros de coto, y sin embargo tan solo unos pocos de ellos son fácilmente accesibles sin jugarse el tipo; el río está fuertemente protegido tanto por la vegetación de ribera como por el impresionante cañón que el Ebro.

Río Ebro a su paso por «Pesquera de Ebro» (Burgos). El cañón se hace cada vez más fuerte río arriba.
Y en esto que llega por fin el día 1 de Mayo, día de la madre también, y la tónica general de los ríos seguía siendo no muy favorable para la pesca, con crecidas generalizadas en casi todo el tercio superior peninsular. El tiempo amenaza frío (máximas de 6 grados) y lluvia (aunque escasa). Así pues, no sin cierto nerviosismo, nos dirigimos hacia la localidad de Pesquera de Ebro con los dedos cruzados. A pocos kilómetros del pueblo la carretera circula ya junto al impresionante cañón del Ebro, dejando vislumbrar en ocasiones el río, abajo, a muchos metros abajo. Las vistas son magníficas, y la imaginación se dispara pensando en las truchas que deben habitar semejante santuario libre de pescadores.