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El peso de la pesca a mosca
Título: El peso de la Pesca a Mosca
Subtítulo: Técnicas y aprendizaje de la pesca con ninfa en río.
Autor: Josetxo Martínez
Editorial: Sekotia
Colección: A Mosca
Formato: 210 x 240 cm
Número de páginas: 144 páginas
ISBN: 978 84 96899 87 2
Imagino que como cualquier recién iniciado a la pesca a mosca, podría decir que mis primeros esfuerzos han sido casi exclusivamente para la pesca a mosca seca. Ahora lo veo como algo lógico, pues no solo se trata de una técnica muy atractiva, por las picadas en superficie, sino también porque la técnica del lanzado se debe en gran parte a ella.
Afortunadamente luego llega la realidad, y descubres que las truchas también muestran tanto o más interés por alimentarse bajo la superficie. Y como queremos disfrutar de la pesca, hay que ponerse manos a la obra y documentarse sobre el arte de la pesca a ninfa, que es de lo que trata este libro. Bueno, para ser honestos primero se pierde bastante tiempo intentando pescar a ninfa en el río hasta que los resultados te obligan a tener que buscar una buena guía, una referencia que pueda aclarar las bases de esta técnica (y desterrar también los errores que cometemos).
Tras buscar varias recomendaciones en Internet, me decido por «El peso de la pesca a mosca«. Un autor de reconocido prestigio, una editorial entregada a la publicación de una gran colección, y todo ello de ámbito nacional… que es precisamente el escenario de pesca para el que buscamos ayuda. Y ahora que he terminado el libro puede decir que las espectativas se han cumplido.
En la ficha del libro que ofrece la editorial (ver enlace al final del artículo) reza el siguiente «argumento comercial»:
El lector y aficionado podrán encontrar los siguientes contenidos, entre otros:
1) El equipamiento mínimo necesario para poder acometer con éxito esta técnica de pesca.
2) Los bajos de línea indispensables para ejecutar las técnicas.
3) Los parámetros de hundimiento básicos para controlar el peso y profundidad de pesca.
4) Las ninfas: modelos y validación por peso y tamaños.
5) Técnicas de pesca en corta, media y larga distancia.
Es un preciso sumario de lo que vamos a poder recorrer a lo largo de su lectura. El autor no realiza un estudio exhaustivo y detallista, sino que desarrolla los objetivos anteriormente citados sin rodeos, con un gran pragmatismo. Personalmente creo que esa es la mayor virtud de este libro. Desde la perspectiva de un novato – la cual puedo ejercer de pleno derecho -, «El peso de la pesca a mosca» es una fuente de conocimiento básica para aquellos que necesitabamos poner orden a todos los conceptos y técnicas que podemos leer en numerosos medios sobre la pesca a ninfa. Información básica pero no simplista. La información que contiene es una extraordinaria base sobre la que construir con éxito nuestra técnica. El autor parece haber conseguido destilar su experiencia para escribir una obra que contiene la esencia de lo importante, de lo que cuenta.
No puedo hablar por los expertos, pero algo me dice que incluso para los avanzados en la pesca a ninfa el libro de Josetxo, como poco, ayudará a consolidar conocimientos.
Conclusiones de un novato (de eso sí puedo hablar)
Me gustaría compartir algunas de las principales conclusiones – personales, por supuesto – a las que he llegado tras devorar toda la información de Josetxo Martínez. Tal vez más de uno ya habréis pasado por esto.
1) Respecto al equipo:
Caña de 10 pies, mínimo. Y es así… las limitaciones experimentadas a pié de río son confirmadas y justificadas en el libro. Esos «sesenta» centímetros de distancia que se ganan con ese pie extra los he echado de menos con mi caña de 9 pies.
2) El bajo:
Por fin puede entender que tipo de bajo es el necesario para una pesca a ninfa polivalente. Hay más de un millón de recetas en Internet que funcionan de maravilla para escenarios particulares, pero justamente necesitaba conocer un resumen de las tipologías en base a materiales primero y respecto a las técnicas de pesca en segundo lugar. En resumen un bajo cónico de nylon + varios tramos decrecientes (anudados) de tippet, con el objetivo de conseguir aproximadamente una longitud del doble de largo de nuestra caña: ese será mi bajo durante el resto de temporada.
3) Las técnicas de pesca a ninfa:
Justamente de acuerdo al bajo de línea descrito anteriormente es cuando encajan a la perfección las técnicas que describe Josetxo:
– Corta distancia: sin sacar línea del carrete, usando únicamente el bajo (de ahí la longitud necesaria del mismo – doble de la caña)
– Media distancia: sacando apenas unos centrímetros de línea por la puntera de la caña (para que ésta no tire hacia atrás del bajo y se lo lleve hacia el carrete)
– Larga distancia: única técnica en la que la línea apoyará sobre la superficie del agua.
4) Las ninfas:
Gracias Josetxo por la extraordinaria clasificación de las mismas. Me quedo con dos grandes aspectos a poner en marcha de ahora en adelante.
– Respecto al tamaño: a muchos les parecerá obvio, pero casi lloro de alegría al poder acotar los tamaños de anzuelos/ninfas que voy a emplear. Ninfas medias (12-14) y microninfas (16-18)
– Respecto al peso: pesar y organizar las ninfas de acuerdo al mismo en la caja de moscas.
Estas son mis conclusiones más importantes (reveladoras para un novato como yo), pero hay muchas más, por lo que os recomiendo encaredicamente su lectura a los que os estáis iniciando en la pesca a ninfa. Sin duda un libro básico que hay que tener en la biblioteca «mosquera».
Pesca a Mosca: Bajos de Línea (I)
Bajos de línea
Estoy hojeando revistas en busca de documentación para este tema que me ha pedido un amigo que postee, y veo que los bajos de línea es un asunto que ha evolucionado mucho. Los montajes van a velocidad supersónica, pero no dejan de ser plataformas con pincho, donde montar los miles de materiales que las casas comerciales compiten en vendernos. Está claro que las variaciones y permutaciones de los cinco o seis elementos de montaje sobre un modelo generan millones de posibilidades en constante evolución.
Pero…., señores…, el bajo no deja de ser el final del sistema al que pretendemos enganchar un anzuelo con el que clavar un pez y que hace menos de 100 años se seguían haciendo de seda y de crines de caballo.
Un vistazo hacia atrás.
En los últimos 10 años la evolución de las imitaciones, y de la visión del pescador de la columna de agua donde pesca, ha cambiado nuestro mundo al aplicarles nuevos enfoques y aproximaciones al objetivo de sacar un pez del agua. Ya no miramos al rio como una superficie donde aparece el pico de una trucha tomando nuestra seca. Hay muchos puntos que explorar desde la superficie hasta el lecho del río. Pues te diría amigo mío que, desde el principio, no cometas los errores clásicos que yo cometí; y que empieces bien desde el primer lance.
Yo y otros muchos empezamos en esto pensando que el trenzado de un metro, unido a tres de nailon era una autentica barbaridad de largo, y que había que ser un consumado maestro con mucha experiencia para enderezar eso. Un conocido que tenía una tienda de pesca (buen amigo al que perdí la pista y del que no mencionaré el nombre) me vacilaba y me decía que el “sacaba” ¡¡¡¡CUATRO METROS DE BAJO DE LINEA!!!, “JODER, ¡¡¡como molas macho!!!”, pensaba yo “pa’mi” mismo.
Los primeros bajos
Muchos empezamos con un trenzado y los Máxima. “¡¡¡¡Títo, que te han vendido un bajo anudado sumergible!!!!”. Claro así que se le hundían todas las moscas al colega, eso sí, a costa de hundir la mosca sacaba alguna. Es más, recuerdo en el río Cabrera un truchón de 40 y tantos, sacado en estas condiciones con una seca de color amarillo. Seca que era un plumero, no en vano de mis primeras “creaciones”.
Y respecto al posado con esos bajos, pues igual. No había demasiado donde elegir, y yo creo que la marca más extendida era el Máxima. Ahora con los años hay veces que pesco con él buscando su rigidez por alguna razón. Resistencia en calibres bajos la misma que un pelo, es decir, nada.
La competición
En la actualidad, los colegas que van en nuestros equipos de competición extienden diez y mas metros de bajo de línea cuando pescan, y no solo ellos, mucha gente normal y corriente del río se está manejando en esas longitudes. Es un hecho que los que compiten han desarrollado técnicas tremendamente efectivas de pesca, y en esta carrera han involucrado a los bajos de línea.
Los españoles o los que pescamos en la Península Ibérica…, o como queráis, hemos creado una forma propia de pescar. Ya he visto bastantes artículos hablando de la pesca a la española a la par de la pesca a la checa, a la polaca, o a la francesa.
Realmente nos estamos adaptando a la pesca en nuestros ríos en las extremas condiciones en las que estos se mueven. Especialmente cuando bajan cortos de agua y cualquier honda en el agua espanta a los peces. Sin dejar de ser extremadamente eficaces en ríos caudalosos o lagos. Y todas estas nuevas estrategias se han plasmado en la forma de montar y trabajar los bajos de línea.
En breve seguimos.