Cuaderno de Pesca: Pesquera de Ebro (Burgos)

Crónica

Con el mes de Abril ya agotado, y teniendo en cuenta que la primera jornada había tenido que ser abortada por fuerza mayor, eran muchas las ganas (¿ansias?) de poder realizar unos lances con los que inaugurar la temporada truchera 2016.

La fecha para visitar este coto ya había sido fijada a principios de año tras el sorteo, para hacer coincidir la misma con una visita a las Merindades de Burgos durante el puente de Mayo. Siendo los ríos Nela y Trueba ya conocidos, había que aprovechar la ocasión para descubrir un nuevo escenario, y el coto de Pesquera de Ebro ofrecía una opción atractiva para dichas fechas. Su fama le precede, conocido por albergar una buena población truchera, pero precisamente por su dificultad a la hora de enfrentarse a sus posturas. Once kilómetros de coto, y sin embargo tan solo unos pocos de ellos son fácilmente accesibles sin jugarse el tipo; el río está fuertemente protegido tanto por la vegetación de ribera como por el impresionante cañón que el Ebro.

Río Ebro - Pesquera de Ebro (Burgos)

Río Ebro a su paso por «Pesquera de Ebro» (Burgos). El cañón se hace cada vez más fuerte río arriba.

Y en esto que llega por fin el día 1 de Mayo, día de la madre también, y la tónica general de los ríos seguía siendo no muy favorable para la pesca, con crecidas generalizadas en casi todo el tercio superior peninsular. El tiempo amenaza frío (máximas de 6 grados) y lluvia (aunque escasa). Así pues, no sin cierto nerviosismo, nos dirigimos hacia la localidad de Pesquera de Ebro con los dedos cruzados. A pocos kilómetros del pueblo la carretera circula ya junto al impresionante cañón del Ebro, dejando vislumbrar en ocasiones el río, abajo, a muchos metros abajo. Las vistas son magníficas, y la imaginación se dispara pensando en las truchas que deben habitar semejante santuario libre de pescadores.

La carretera comienza su descenso hasta entrar en Pesquera de Ebro, donde ésta se encuentra con el río bajo el puente de piedra. Es hora de enfrentarse a la realidad, y comprobar si íbamos a poder pescar o no. Con el motor en marcha, bajamos del coche y nos asomamos al puente. Ante el color de las aguas dejamos escapar un suspiro, aliviados. Viene algo alto, pero no están tomadas. Tonos verdes y turquesas tiñen las piedras del fondo. Hay jornada. Vendría ahora la parte más difícil, enfrentarse a esos 11 desconocidos (y salvajes) kilómetros.

Río Ebro - Coto de Pesquera de Ebro (Burgos)

El río bajaba alto, aunque con aguas claras. Una de las pocas zonas que permitían vadear a lo justo.

Descartamos el cañón totalmente. Por sensatez y prudencia lo primero, y por una cuestión básica de eficiencia en esta primera aproximación al coto. El tramo del pueblo presenta los mejores accesos al río, pero eso lo descubriríamos más tarde. Decidimos dirigirnos río abajo, y explorar primero el tramo medio-bajo. Montamos equipo y armamos las ninfas (imposible siquiera plantear ningún lance a seca). Las orillas muy cubiertas de vegetación complican las entradas al río, y como éste viene alto es prácticamente invadeable en esta zona. Los lances son muy complicados y limitados, el agua baja con fuerza y las ninfas, aun bien lastradas, bajan a toda velocidad. Estamos más tiempo fuera que dentro del río. Decidimos montarnos en el coche y dar media vuelta hacia el pueblo para asegurarnos poder pescar tranquilos las bonitas corrientes que hay río arriba del puente, ahora que todavía es temprano y los turistas no han aparecido.

Río Ebro a su paso por Pesquera de Ebro (Burgos)

Un servidor, disfrutando.

Nos encontramos un río bien distinto, de accesos asequibles y con unas posturas preciosas. Según nos dirían un par de horas más tarde un par de pescadores conocedores del coto – los únicos que vimos en todo el día – el Ebro bajaba aproximadamente a unos tres palmos de agua por encima de lo normal. El frío está muy presente (2-3 grados), pero la lluvia decide darnos tregua y no aparecer contra todo pronóstico.

Las primeras picadas sin embargo no se hacen esperar, y Jose consigue después de varias de ellas enganchar por fin una muy buena trucha que por desgracia no llegaría a la sacadera. Lástima porque prometía un buen porte (doy fe por los gritos de emoción que me llegaban de río abajo), y quedó para Jose solo la victoria moral.

Apenas unos pocos minutos después, esta vez sí, conseguiría llevar a la red la primera del día, aunque de proporciones más contenidas que la anterior. Esta actividad sería algo meramente puntual, pues el frío era intenso, obligándonos a salir del río de vez en cuando para entrar en calor. Las truchas iban a estar muy duras, y apenas iban a ofrecer más actividad el resto de la jornada. Unos ciento cincuenta metros río arriba sería mi turno, y consigo llevar a la sacadera una trucha muy especial: la primera del 2016, la primera que consigo en el Ebro y la primera que entra a una ninfa montada por mí; una oreja de libre de cabeza naranja fluor.

Aun sabiendo que quedaba día por delante, esta captura en este maravilloso paraje ya hizo que el viaje hubiera merecido la pena.

Trucha del Coto de "Pesquera de Ebro"

Preciosa trucha del coto de «Pesquera de Ebro». Pescada a ninfa de oreja de liebre. La primera de la temporada.

Así llegaríamos a medio día, peinando las corrientes, y tan solo conseguiríamos una picada más cada uno, perdiendo ambos la trucha antes de poder meterlas en la red. Muy escaso resultado, pero positivo teniendo en cuenta la muy baja actividad de los peces.

Trucha del coto de Pesquera de Ebro (Burgos)

Trucha del coto de Pesquera de Ebro (Burgos)

A medio día un merecido descanso para recargar fuerzas y entrar en calor. Por suerte el sol haría aparición, aunque tímido, haciendo el día mucho más amable ante las bajas temperaturas. Sabemos que la tarde no será mucho mejor, pero todavía nos quedaba por explorar el tramo inferior del coto, a su entrada en Villanueva de Rampalay, y esa es motivación suficiente para encarar el resto de la jornada con optimismo. Allí nos encontraríamos con algunas buenas posturas, y otras que prometían serlo cuando las aguas tengan un cauce más bajo. En una de ellas haría aparición la única captura de la tarde. La demostración de que las truchas estaban muy apáticas. Misma poza, misma ninfa, e hicieron falta muchos lances por mi parte hasta conseguir la reacción de esta pintona «durmiente». Tal vez estuviera esperando a tenerla justo delante de las narices.

El resto de la tarde daba para poco más, pero las temperaturas habían subido y el sol brillaba con fuerza. Mientras Jose, siempre incansable, insistía en algunas posturas, yo dediqué los últimos minutos a explorar río arriba. Me toparía de lleno, junto a la orilla, con un magnífico ejemplar por encima de los 40. Apostada bajo una maraña de ramas en una zona de contracorriente de apenas 20 cm de profundidad. Me desplazo unos metros para forzar un lance imposible, tan solo dejando derivar las ninfas lentamente hacia ella; primero una, luego otra, y otra más… sin resultado. No le gustaba ninguna o, lo que es más probable, me tenía más que localizado. De haber tenido suerte, aun no se como habría podido sacarla de allí. Hora de volver a casa.

Coto de Pesquera de Ebro (Burgos)

Jose, en acción de pesca en el tramo inferior del coto de Pesquera de Ebro

Resultado

De nuestro lado: 3 en la sacadera, todas por encima de los 25cm, y una gran inyección de moral que no llegó a la red.

De lado del Ebro: Hacer imposibles los lances en esas posturas en las que apostarías, y mucho, a que está la trucha de tu vida.

Coto de Pesquera de Ebro (Burgos)

Devolviendo las truchas al río. Siempre captura y suelta.

Conclusiones

Lo bueno: Descubrir un nuevo escenario de gran belleza, y conseguir salvar el bolo en un día muy propicio para el desastre absoluto.

Lo malo: El frío y las aguas algo altas pusieron las cosas nada fáciles en un coto que por sí mismo ya es complicado.

Coto de Pesquera de Ebro

Tramo inferior del coto. En este caso no es el cañón, sino la vegetación la que protege al río.

Un Comentario

  1. PescataMinuta

    Interesante relato David, buen estreno de temporada pese a todas las dificultades descritas. Con aguas tan frías es difícil pescar, pero pese a todos lograsteis resultados decentes. Me alegro mucho amigo! nos vemos…

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    • elreypescador

      Gracias Antonio! Muchísimo frío durante la mañana. Y el agua alta y helada. Pero volvimos muy contentos para como estaba la situación. Un buen arranque pese a todo; tenía muchas ganas de estrenar temporada y moscas!

      Nos vemos dentro de poco ;)

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