Cuaderno de Pesca: «Breaking Good»

Río Tera - Breaking Good

Cuaderno de Pesca: Río Tera (EDS) – Zamora

Fecha: Mayo de 2015
Lugar: Camarzana de Tera, Zamora (España)
Objetivo: Salmo trutta
Equipo: Flyfishing

Crónica

En el EDS del Tera capturé mi primera trucha, gracias a una cucharilla Mepps dorada. No, no era un chaval imberbe con camiseta de Naranjito. Esto fue hace no mucho, peinando ya canas, apenas estrenando mi equipo de spinning (hace dos telediarios). Confieso sentir especial predilección por este maravilloso río, pero no por esa nostalgia o romanticismo de la primera vez. Ni tampoco por su – a mi parecer – gran belleza, aunque sin duda alguna ayuda, y mucho. Sino por como me ha castigado durante mucho tiempo, o tal vez sea más cierto decir, por todo lo que me ha exigido y yo no he sido capaz de dar.

Después de esa primera trucha vino otra, el mismo día, al anochecer. La recuerdo perfectamente; muy luchadora. Consiguió soltarse antes de llegar a la orilla. Y esa fue mi última captura en el EDS durante estos años. Desde entonces, este tramo localizado junto a Camarzana de Tera ha sido mi reino particular de los grandes bolos. Tanto todas las veces que volví a spinning, como todas aquellas otras, más recientes, en las que regresé a mosca. Llegaba a tener peces a mis pies, pero no al otro lado de la línea.

La desesperación crecía, aliviada solo al pensar que tal vez el problema era ajeno – conocido autoengaño, pero efectivo -. Hay pocas truchas, demasiada presión… Aún así, lejos de rendirme, insistía una y otra vez. Apenas unos días antes de esta última jornada en el Tera, un buen artículo – como es habitual – de Cul de Canard sobre el futuro de este tramo, junto con su sabio consejo de apostar por ninfas, me obliga a la reflexión. Aquella que te sugiere definir una estrategia, abordar el río de forma distinta, a no cometer los mismos errores, a no dar nada por sentado y huir de vicios. A no seguir la linde habitual.

Olvidar todo para aprender de nuevo. Tomar conciencia de que elegir entre ninfa o seca es en realidad una decisión independiente de nuestro antojo egoísta, que está por encima de nuestra vanidad, y que disfrutar de la jornada pasa inevitablemente por aceptar dicha realidad y actuar en consecuencia. En nuestra mano si está adaptarse a ella y disfrutar, o plegar el equipo y buscar otra postura, otro lugar, otro momento. Algo que no es trivial para los seres de una civilización que llevamos siglos haciendo justo lo contrario, adaptando el entorno a nuestras necesidades. La frustración vive entre esas dos tierras, y si la montaña no viene a mí, yo voy a la montaña.

Y las truchas llegaron, a ninfa primero, y a seca después. Pequeñas todas, como la palma de mi mano la más grande, y sin embargo la satisfacción fue enorme. Tan pequeñas eran que, las que entraron seca, salían volando al clavar. Tan alta había sido la montaña a escalar en este escenario, que nunca antes peces tan pequeños me habían regalado tanto. Río a carcajadas, creyendo estar solo, pero tengo compañía. Un pescador veterano me observa desde la orilla, reflejando una extensa sonrisa:

– ¡Algunas vuelan! – le comento aún riendo.

– ¡¡Esas pequeñas tienen alas!! – me contesta a la vez que se despide con la mano y continua su marcha.

Es medio día y debo regresar. Al salir del agua otro pescador, sentado en la orilla está terminando su bocadillo. Un compañero mosquero de Valladolid que, apasionado por el Tera, me cuenta su experiencia. También ha disfrutado con estas pequeñas pero maravillosas truchas.

De camino al coche me cruzo con otro pescador. Parece frustrado, y me pregunta si yo he tenido suerte con alguna de «tamaño», mientras se asoma nervioso al río. «Grande no he visto ninguna», respondo, sin poder dejar de sonreír. Ni falta que me hace hoy. Mañana será otro cantar.

Resultado

De nuestro lado: 6 bravísimas truchas.

De lado del Tera: Nada, esta vez no pidió nada a cambio.

Conclusiones

Lo bueno: Romper la maldición. Alcanzar el punto de inflexión que inevitablemente no solo cambia mi percepción de este tramo, sino de la pesca a mosca en general.

Lo malo: Dicen que más vale tarde que nunca, pero aún así me quedo con la sensación de poder haber llegado a este resultado mucho antes. En cualquier caso, desde la distancia, y con más experiencia, todo parece más fácil.

 

Un Comentario

  1. MarioGC

    Enhorabuena por esas preciosas truchas David, es un río que pescamos todos los años, alguno varias veces. La verdad que nunca nos ha dado nada espectacular en forma de capturas pero aun así seguimos yendo a sus aguas, yo creo que este río tiene que ir a mejor en los próximos años,

    saludos!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.